La disposición de mallas se plantea como una técnica de Protección de Cultivos. Su uso se explica bajo varios enfoques:
- Minimizar el empleo de agentes fitosanitarios: se coloca en las aberturas de ventilación como barrera frente a la entrada de plagas (aves, insectos, etc.). Gracias al reducido tamaño de sus poros se consigue evitar o disminuir la entrada de insectos de pequeño tamaño.
- Protección contra las inclemencias del tiempo: empleo como cubierta en estructuras cuyo fin es proteger al cultivo de granizos, vientos, etc. En este caso también se busca el efecto de barrera frente a plagas.
La malla está tejida a base de monofilamentos, su eficacia como barrera física al paso plagas depende del tamaño mínimo de los poros o huecos que constituyen la estructura de las mallas.
En función del número de hilos que formen el tejido de la malla, pueden considerarse tres tipos de protección:
- Protección frente a las Inclemencias Meteorológicas, mallas Antigranizo y mallas Cortavientos
- Protección Frente a Animales e Insectos, mallas Antiinsectos y mallas Antipájaros
- Protección de las radiaciones solares (ver las páginas Pantalla de Sombreo y Pantalla Térmica).
Entre las características que definen los tipos de mallas caben destacar las siguientes:
- Peso, es una medida de comprobación inmediata, ya que a una densidad de malla dada nos dará una idea de la naturaleza del material. Se ofrece en g/m2.
- Sombreo, el efecto de sombreo es inevitable, a la vez que muchas veces es buscado para reducir o difuminar la radiación solar. Este dato se ofrece en porcentaje de sombra en relación a la radiación total incidente perpendicularmente a la pantalla.
- Paso del Aire, es una medida orientativa de la capacidad de ventilación a través de la malla.