La Humedad Relativa del aire es un factor climático que puede modificar el rendimiento final de los cultivos. El control de la humedad en invernaderos supone un incremento en la calidad y productividad de las plantas.
Mediante la nebulización es posible mantener una humedad determinada y uniforme, consiguiendo favorecer el enraizamiento en semilleros, controlar adecuadamente plagas y enfermedades, incrementar el crecimiento en hortalizas, mejorar el aspecto en flor cortada… Al mismo tiempo al evaporar la gota se da un efecto de disminución de la temperatura en el interior del invernadero.
Los sistemas de Fog más habitualmente empleados son:
- Fog Aire-Agua a Baja Presión, en las boquillas se emplea una tecnología especial que va variando las presiones del agua, consiguiendo los tamaños de gota deseados; la gota obtenida es tan pequeña que evapora antes de alcanzar la planta sin llegar a mojarla. La instalación está preparada para aplicar productos solubles en el agua, lo que permite realizar tratamientos fitosanitarios de forma totalmente automática.
- Fog Agua a Baja Presión, sistema destinado a incrementar la humedad y conseguir la refrigeración en invernaderos con el menor coste. Recomendado para corregir condiciones de elevado déficit hídrico durante las primeras fases de los cultivos y evitar temperaturas excesivas, también permite el empleo de fitosanitarios. El tamaño de gota obtenido es superior al del sistema aire-agua por lo que puede llegar a mojar la planta.